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10 may 2017

Los eventos en el marketing experiencial

Protocolo, comunicación e imagen corporativa. Universidad de A Coruña


Post de Silvia Romero

En un mundo en que los consumidores están saturados de mensaje publicitarios y promociones de marketing, mensajes que se transmiten de una manera unidireccional, de la empresa hacia las masas en un monólogo que no admite respuesta, no podemos negar la importancia y el éxito que están adquiriendo las nuevas herramientas de comunicación que consiguen transmitir el mismo mensaje, pero de una manera mucho más atractiva y agradable para el consumidor.

Esta efectiva forma de comunicación, se consigue con las IMC (Comunicaciones de Marketing Integradas), que tratan de coordinar de forma efectiva todas las herramientas de comunicación dentro del mismo programa de marketing, para maximizar el impacto del mensaje.

Protocolo, comunicación e imagen corporativa. Universidad de A Coruña


Una  herramienta útil para una estrategia de comunicación efectiva son los eventos, que podríamos definirlos como  “Actos presenciales – organizados y planificados dentro de la estrategia de comunicación de marketing de una organización – con el fin de trasladar un mensaje sobre sus productos, marcas o sobre la propia organización, a un público objetivo, para provocar una respuesta, o para reforzar, crear o modificar una actitud, a partir de la experiencia del público”. (Galmés, 2010).

Por tanto, los eventos de comunicación de marketing son una herramienta importantísima para el marketing experiencial. Debido a la interacción que permiten, utilizando la experiencia para comunicar el valor de marca, crear nuevas o mejores relaciones interpersonales,  probar y vender productos, se han incrementado notablemente el número de eventos de marketing para atraer al consumidor de una manera no invasiva, diferente y mucho más seductora, ya que le da la oportunidad de formar parte una experiencia atractiva.

Protocolo, comunicación e imagen corporativa. Universidad de A Coruña


Esta experiencia que se lleve el consumidor será el resumen de cómo el público objetivo habrá entendido el mensaje  del evento, lo que condicionará sus comportamientos con respecto a la organización. Por ello, y cada vez más, las organizaciones se dan cuenta de los beneficios que las relaciones interpersonales con sus públicos les reportan, entendiendo la importancia de los eventos como experiencia de marca y dándole mayor protagonismo a la realización de eventos corporativos.
A través los eventos corporativos, definidos como “actos en vivo organizados en función de los intereses comerciales o empresariales de la organización para trasladar un mensaje a un público concreto y provocar una reacción”, conseguimos esta interacción, que ha de ser positiva, con el consumidor. Son comunicación en vivo.

Desde el punto de vista de la organización de un evento, debemos procurar que la experiencia no solamente transmita el mensaje deseado de forma positiva, sino que además sea una experiencia única, que el consumidor se involucre y participe en el evento activamente. Que lo seduzca, lo disfrute y, posteriormente, lo recuerde. Y que lo cuente.

Pero para que el evento tenga el éxito esperado, debe cuidarse hasta el más mínimo detalle. Nuestro público objetivo sólo tendrá una primera impresión de nuestro evento, de nuestro producto, nuestra marca, en definitiva de nuestra organización. Y por ello, debemos cuidar los detalles, pues serán los que nos ayudarán a transmitir el mensaje deseado. No está de más recordar que lo que no emociona, no se recuerda. Y para emocionar,  todo cuenta: el lugar de celebración, la amabilidad del personal, el decorado acogedor, la ordenación de las personas, los colores agradables, la iluminación, la música,… todo cuenta, porque todo comunica.

Protocolo, comunicación e imagen corporativa. Universidad de A Coruña

Absolutamente todo en un evento está pensado para trasmitir un mensaje, y para llegar al público, para llegar a las personas. Porque nuestro público, nuestros consumidores, son personas, que se aburren, se alegran, se contienen, se involucran, se divierten,  sienten: se emocionan.

De ahí que la clave del éxito de un evento, sea aquel en el que el público entienda nuestro mensaje, pero donde no es un mero espectador, sino que se sienta  protagonista, que lo cautivamos y logramos que participe en la experiencia con todos los sentidos. Que no se le olvide fácilmente porque ha vivido una buena experiencia.


Cada evento es único e irrepetible, y la experiencia de vivirlo, emocionar al público por  formar parte de él, crear un recuerdo positivo transmitiendo el mensaje que deseamos a través de un impacto emocional, será lo que logre provocar una reacción positiva en nuestro público, y ese debería ser nuestro principal objetivo como organizadores de eventos.

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